Plazo fijo y dólar. Los peligros de la inversión estrella en la era del cepo

Fuente: Archivo – Crédito: Reuters

Los plazos fijos en pesos crecieron más del 9% en términos nominales en agosto, luego de que el Banco Central dispusiera una suba en la tasa de interés; los analistas advierten sobre el impacto de la inflación y sugieren otras alternativa para los ahorros

La estrategia de seducción del Banco Central dio resultado y en agosto fueron un boom. Luego de la suba en la tasa de interés a comienzos del mes pasado, los plazos fijos crecieron un 9,3% y,en un contexto de restricciones a la compra de dólares, resultaron una opción de inversión elegida por empresas y personas que lograron destinar al ahorro parte de sus ingresos.

Sin embargo, la evolución de la economía argentina en los próximos meses y la suba de la inflación que prevén las estimaciones privadas abre interrogantes sobre si conviene mantener esta apuesta. Si bien hay espacio para que la lapicera de Miguel Pesce, presidente del BCRA, vuelva a subir la tasa de interés que premia a estos instrumentos, los analistas advierten sobre sus limitaciones.

En agosto, el BCRA dispuso que los bancos subieran tres puntos lo que pagan a los ahorristas por un depósito en pesos a plazo fijo para intentar premiar a quienes se quedan en moneda local y desincentivar la dolarización, que pese al cupo de US$200 mensual sigue batiendo récords. Tras esa medida (el rendimiento pasó del 30% al 33% anual, que representa un 2,75% en el mes), muchos ahorristas eligieron esta opción para intentar mantener el valor de sus ahorros.

Según datos del BCRA, en agosto los plazos fijos tradicionales superaron los $2 billones

Según datos oficiales, los depósitos crecieron un 6,6% en el mes (más que la suba de los precios), impulsados por los ahorros de minoristas. Como consignó LA NACION,los plazos fijos menores a $1 millón subieron 9,3% y suman $2,1 billones.

“Durante la cuarentena las familias están consumiendo menos que lo habitual, y ese ahorro extra que al principio estaba en las cuentas a la vísta se fue volcando hacía los dos canales de ahorro más tradicionales de la clase media, el dólar y el plazo fijo”, explica Lorena Giorgio, economista principal de Econviews.

Por su parte, también crecieron los plazos fijos mayoristas, que según estimaciones de First Capital se incrementaron un 4,7%. “Son empresas que asignan capital de trabajo excedente a estos instrumentos, dado que no hay muchas más opciones. Asumen el costo de la pérdida de liquidez, pero por lo menos mantienen su valor frente a la inflación”, explica Juan Ignacio Paolicchi, economista de Eco Go, en referencia al cepo cambiario y las limitaciones para acceder al dólar financiero que impuso el Banco Central.

Pero todo ese proceso registrado en agosto podría verse afectado por la suba de la inflación. Según estimaciones de economistas relevados en el último Reporte de Expectativas del BCRA, la inflación esperada para agosto es del 2,7%, cifra que empataría al rendimiento de los plazos fijos. En otras palabras, quien apostó al peso el mes pasado, logró mantener el poder de compra de sus ahorros.

Sin embargo, el consenso de los analistas es que la inflación seguirá en alza, y se ubicará en promedio en el 3,5% mensual hasta fin de año (podría superar el 4% en diciembre). En ese escenario, el rendimiento actual de los plazos fijos quedaría nuevamente por detrás. “Creo que agosto va a ser el punto de inflexión a partir del cual el plazo fijo tradicional a 30 días va a empezar a perder terreno”, anticipa Giorgio.

Según Guido Lorenzo, director ejecutivo de LCG, “todavía hay espacio” para una nueva suba de tasas por parte del Banco Central, el escenario abre nuevas oportunidades para resguardar los ahorros. Por fuera de lo financiero, el economista habla del ‘stockeo’ de bienes, como alimentos. “Si uno tiene ingresos y percibe que algo que consume va a estar más caro más adelante, anticipa esa compra. Eso puede en alguna medida generar un estímulo al consumo pero al mismo tiempo darle más impulso a la inflación”, dice.

Por el lado financiero, crece como opción el plazo fijo UVA, que también es en pesos y rinde el movimiento de los precios más una tasa de interés. “El mercado prevé que luego de varios meses de bajos registros, la inflación empezó a tomar definitivamente un sendero ascendente, y por eso ganó atractivo”, dice Giorgio. Según datos del BCRA, el mes pasado, con un mayor rendimiento de los plazos fijos tradicionales, estos instrumentos atados a los precios habían retrocedido un 15,5% en términos nominales.

Por su parte, Paolicchi advierte sobre el potencial y los riesgos de los títulos del tesoro que también están atados a los precios, como los bonos en pesos que ajustan por CER. “Todo depende de las expectativas de inflación que uno maneje. Dadas las restricciones que hay en el mercado cambiario, hoy un plazo fijo es bastante rentable para al menos empatar a los precios, pero la curva de instrumentos en CER tiene potencial, sobre todo si siguen mejorando las perspectivas. Pero también es una inversión más volátil. Hay días que malas noticias afuera o algún ruido local hace que caiga el precio de los bonos y perdés capital”, concluye el analista.

Fuente: Esteban LafuenteLa Nación

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