GRACIAS A LA PELOTA

Editorial de 7hormigas.com

Diego Armando Maradona murió este miércoles 25 de noviembre de 2020 como consecuencia de una insuficiencia cardíaca aguda, que le generó un edema de pulmón, en el barrio San Andrés, en el partido bonaerense de Tigre, donde se había instalado días atrás luego de la operación en la cabeza a la que fue sometido por un hematoma subdural. El presidente Alberto Fernández decidió decretar tres días de duelo nacional y el velatorio se realizó en Casa Rosada. 

Uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y el mejor de su generación. Incluso por algunos especialistas, exfutbolistas y personalidades internacionales es reconocido​ como el mejor futbolista de la historia.  

El quinto de ocho hijos, y primer varón. Jugador que descubrió su pasión y habilidad en un potrero de Fiorito. Desde allí, desde ese rincón postergado de la zona sur del Conurbano bonaerense se explican muchos de los condimentos que tuvo el combo con el que convivió. Nadie le enseñó las reglas del juego, nadie le dio instrucciones a seguir. 

Figura controvertida si las hay: es el pibe de un solo pantalón que vive en Fiorito y es el hombre de la colección de relojes y cadenas de oro. Es el que arenga, el que levanta, el que motiva. El que tomaba un avión desde cualquier punto del mundo para venir a jugar a la Selección. El que vuelve de la muerte en Punta del Este, en Cuba y en varias ocasiones más. 

Es el marido de Claudia y es también el hombre acusado de violencia de género. Es el adicto en constante lucha. El que se enfrenta a la FIFA o le dice al Papa que venda el oro del Vaticano. El que fue reconociendo hijos tratando de arreglar los desórdenes de su vida.

Es el hombre que abraza a la Copa del Mundo y el que le saca una sonrisa a los héroes de Malvinas con un partido digno. Como olvidar la alegría que le dio a todos los argentinos de consagrarnos campeones del mundo en el Mundial de México ’86 con la famosa “Mano de Dios” y el “Gol del Siglo”.

Porque si hubiera que elegir un solo partido sería ese. El mejor resumen de su vida. Le dijo al mundo quién es Diego Armando Maradona. El tramposo y el mágico, el que es capaz de engañar a todos y sacar una mano pícara de la nada.

Es también Maradona el hombre que se fue apagando, como una vela. Fue rompiendo su cuerpo y empezó a sacar a la luz tantos años de castigo físico, de desbordes, de excesos, de patadas, de infiltraciones, de viajes, de adicciones, de cambios en su peso. Se fue apagando al compás de su cuerpo. 

Y un día ocurrió. Un impacto mundial. Una noticia que marca una bisagra en la historia. Lo llora Fiorito, Argentinos Juniors, Boca, Nápoles, Sevilla, Barcelona y Newell’s, la Selección. Lo llora Argentina y el mundo entero. 

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